viernes, 5 de junio de 2009

EL LIBRO DE LA ALMOHADA

COSAS EMBARAZOSAS

Mientras estoy con una visita, escucho cómo los sirvientes conversan desenfadadamente en las habitaciones de atrás. Es embarazoso pensar que nuestro visitante pueda llegar a oirlos. Pero ¿cómo detenerlos?

El hombre que amamos está borracho y se pasa repitiendo las mismas cosas.

Haber hablado sobre alguien sin sospechar que podía oírnos. Es embarazoso aún si era sobre un criado o alguna otra persona completamente insignificante.

Oír cómo se divierten los criados. Algo tan molesto como escucharlos en un cuarto próximo, cuando una está de viaje y se aloja en una habitación estrecha o en una casa.

Los padres que, convencidos de que su feo niño es adorable, lo miman y repiten las cosas que dice, imitando su voz.

Un ignorante que en presencia de algunas personas instruidas se da aires de sabihondo y conversa sobre hombres de otros tiempos.

Un hombre recita sus poemas (no particularmente buenos) y nos cuenta sobre los elogios que éstos han recibido –muy embarazoso.

Despierta la noche, le digo algo a mi acompañante, que simplemente sigue durmiendo.

En presencia de un músico talentoso, alguien toca el koto para su mero placer y sin afinarlo.

Un yerno que ha dejado de visitar por largo tiempo a su mujer se encuentra con su suegro en un lugar público.

COSAS SORPRENDENTES Y PERTURBADORAS

Estoy limpiando un peine que utilizo como decoración, y algo se engancha en uno de sus dientes y el peine se quiebra.

Un carruaje vuelca. Una ha imaginado que algo tan sólido, un objeto tan voluminoso, permanecería por siempre sobre sus ruedas. Todo esto parece un sueño, sorprendente y sin sentido.

Un niño o un adulto dicen abruptamente algo que está destinado a incomodar a los presentes.

Toda la noche he estado esperando a un hombre que estaba segura vendría. Al amanecer, precisamente cuando me he olvidado de él por un momento y estoy adormeciéndome, un cuervo grazna. Me despierto sobresaltada y veo que es de día: muy asombroso.

COSAS QUE DAN UNA SENSACIÓN CÁLIDA

El traje de caza del jefe de la escolta de Guardias.

Una sobrepelliz hecha de retazos.

El Capitán en servicio durante los Juegos Imperiales.

Una persona extremadamente gorda con mucho cabello.

La funda de un koto.

Un Sagrado Maestro que lleva a cabo un rito de exorcismo de noche durante el Sexto o Séptimo Mes. O, durante la misma época del año, calderero que trabaja en su fundición.

COSAS ENCANTADORAS

El rostro de un niño dibujado en un melón.

Un pequeño gorrión que viene saltando al imitar alguien el chillido de un ratón. Ver cómo sus padres le traen insectos o lombrices a un gorrioncito que hemos atado con un hilo y se los entregan en el pico.

Un niño de dos años que viene gateando apurado, en el camino encuentra una pequeña basura, la recoge y la muestra a los mayores. Una adorable escena.

Una niña a la que están cortando los cabellos como a una monja, de manera que los ojos quedan cubiertos, despeja su cara sin usar las manos, inclinando su cabeza a un costado pues quiere ver algo. Realmente encantador.

COSAS PRESUNTUOSAS

Toser.

COSAS SÓRDIDAS

El revés de un bordado.

El interior de la oreja de un gato.

Crías de ratón, todavía sin pelo, que salen retorciéndose de su guarida.

Las junturas de un abrigo de piel que no han sido todavía cosidas.

La oscuridad en un lugar que da la sensación de no estar demasiado limpio.

Una mujer poco atractiva que cuida a muchos niños.


De El libro de la almohada de Sei Shônagon

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