jueves, 9 de octubre de 2008

MANUAL DE DESTRUCCIONES

MANERA SENCILLÍSIMA DE DESTRUIR UNA CIUDAD

Se espera, escondido en el pasto, a que una gran nube de la especie cúmulo se sitúe sobre la ciudad aborrecida. Se dispara entonces la flecha petrificadora, la nube se convierte en mármol, y el resto no merece comentario

© Julio Cortázar - La vuelta al día en ochenta mundos

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